Robert Schumann - Sonata nº1 op.105 para violín y piano

El año pasado propuse a Lucie interpretar esta Sonata ya que es una de mis favoritas y me trae muy buenos recuerdos. La primera vez que la escuché fue durante mi primer año del grado superior y me impresionó profundamente sus texturas, la manera de compartir la melodía entre el violín y el piano, los resultados sonoros del conjunto. Era un reto en busca de la expresividad.
Lo difícil de esta obra es planificar, contener, dosificar de manera adecuada todos los recursos de los que un intérprete se hace servir, tanto musicales como técnicos.
Por ejemplo, en este primer movimiento Schumann indica "Mit leidenschaftlichem Ausdruck", es decir, "con expresión apasionada", pero nos exige una dinámica piano hasta el compás 19 con una textura muy densa por parte del piano y una articulación de la melodía muy clara y diversa (reguladores, sf, acentos, fp). Ejecutar todo ello de manera rigurosa y musical y sin dejar de ceñirnos al carácter y dinámica establecidos es una tarea que requiere mucho trabajo y reflexión individual y de conjunto. Más adelante en el comienzo del desarrollo hay otro cambio de carácter "etwas züruckhaltend" (algo reservado) que también requiere pensar qué se pretende.
El objetivo que nos marcamos con esta obra a nivel de conjunto es buscar la expresividad con el mayor respeto al texto, tanto en dinámicas como en articulación.

 

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